Del mismo modo que la apomorfina, la morfina y derivados producen frecuentemente vómitos, y estado nauseoso. Este efecto colateral indeseable, se debe a estimulación de la zona quimiorreceptora gatillo, que descarga en el centro del vómito en la zona postrema del bulbo en la base del cuarto ventrículo.
Este efecto emetizante es inhibido por los antagonistas opiodes, como la naloxona , o por neurolépticos, como la metoclopramida, sulpirida, o domperidona , que inhiben el centro del vómito, por su potente acción antidopamina
• Aparato cardiovascular
• hipotensión ortostática, y pérdida de conciencia.
• La dilatación arteriolar y venosa periférica producida por la morfina, debido:
– a nivel central estimula receptores mu en el núcleo solitario del tallo cerebral. (NTS).
– produce liberación de histamina, que aumenta marcadamente, en casos de intoxicación.
• Como los efectos de la morfina sobre el miocardio no son significativos en el hombre, pueden utilizarse dosis muy altas de morfina, para producir anestesia (especialmente en cirugía cardíaca), evitándose así los efectos depresores de la mayoría de los anestésicos sobre el miocardio.
• En general, se prefiere nalbufina que tiene escasos efectos hemodinámicos.
• La circulación cerebral, no se afecta directamente por la administración de morfina, pero la depresión respiratoria y la retención de CO2, provocan vasodilatación cerebral y aumento de la presión del LCR, el aumento de la presión no se produce, cuando la PCO2 se mantiene normal con respiración artificial.
• En el shock endotóxico, hipovolémico, o en el traumatismo espinal, la administración de opiodes empeora el estado cardiovascular, ya que en estas circunstancias, se liberan péptidos opioides endógenos, por lo tanto, es beneficioso administrar antagonistas opiodes, como la naloxona.