La tos es el síntoma más común de la tuberculosis pulmonar, pero no suele estar presente en las otras formas de tuberculosis.
La tos de la tuberculosis pulmonar es crónica, con duración de semanas. Generalmente empieza con una tos seca, ligera y continua (Tos al inicio de la TBC), agravándose a lo largo de los días, pudiendo evolucionar para una tos purulenta, con expectoración verde-amarillenta.
• Podemos encontrar la tosecilla de una manera tan pertinaz y molesta en pacientes con tuberculosis en faces iniciales.
• Tos vespertina que suele coincidir con la elevación de la fiebre, por lo que podría pensarse en una mejor irrigación de las lesiones tuberculosas como una causa productora.
• Tos nocturna que aparece, a veces en los tuberculosos, con manifestaciones circulatorias o con insuficiencia nasal, por lo que se ven obligados a respirar el aire frio por la boca.
La tos con catarro de la tuberculosis es diferente de la tos de la neumonía en razón de ser un cuadro más arrastrado, que evoluciona durante semanas. En la neumonía el cuadro de fiebre alta y tos evoluciona en pocas horas, haciendo con que el paciente procure ayuda médica en 24-48 horas. En la tuberculosis el paciente solamente se siente muy mal para procurar un médico varios días, a veces semanas, después del inicio de la enfermedad.